miércoles, 18 de octubre de 2017

VOLCÁN COTOPAXI



VOLCÁN COTOPAXI


The centerpiece of Ecuador's most popular national park (admision $10) is the snowcapped and downright astonishing Volcan Cotopaxi (5897m), Ecuador´s second-highest peak. The park is almost desert midwwek, when nature freaks can have the breathtaking scenery nearly to themselves.

The park has a small museum, an information center, a refugio (climber's refujes) and some camping and picnicking areas.










sábado, 12 de agosto de 2017

LAGUNA QUILOTOA



LA LAGUNA DE QUILOTOA 





Bumping along the espectacular dirt roads of the Quilotoa Loop and hiking between the area's Andean villages is one Ecuador´s most exhilarating adventures. Transportation is tricky but the rewards are abundant;highland markets, the breathtaking crater lake of Laguna Quilotoa, splendid hikes and traditional highland villages. Allow yourself at least three days for the loop and bring warm clothes (it gets painfully cold up here), water and snacks. If you're planning a multiday hike through the area, do yourself a favor and leave your heavy backpack in a guesthouse in Latacunga (carrying only the essentials).


miércoles, 2 de agosto de 2017

LATACUNGA


LATACUNGA 


The drive from Quito to Latacunga is magnificent in clear weather, Like a mammoth ice-cream cone. Cotopaxi looms to the left of the Panamericana as you travel south, and the two Ilinizas, also snowcapped, are on your rigth, Several other peaks are visible during the 90km drive, includind distant Chimborazo if you are lucky. On exceptionally clear days, nine of Ecuador´s 10 highest peaks can be seen.

Latacunga is the capital of Cotopaxi Province. Although not an exicting town, it has an interesting history and is a good base for several excellent excursions. The town´s name originates from the Indian words llacta cunari, which translate rather charmingly into "land of my choise." Latacunga became important colonial center immediately after the conquest, but today, there is little evidence of its long and varied history.

Cotopaxi, which dominates the town on a clear day, erupted violently in 1742 and destroyed the town, which was rebuilt, Another eruption 26 years later wiped it out again, but the indomitable (or foolhardy) survivors rebuilt it a second time. An Immense eruption i 1877 destroyed it a third time, and yet again it was rebuilt on the same site. At present, the volcano´s activity is minor, and it is unilikely that an eruption will occur within the next several years.

miércoles, 26 de abril de 2017

LA VERDADERA HISTORIA SOBRE LA DESAPARICIÓN DE LA BARONESA EN GALÁPAGOS

LA HISTORIA QUE ESCANDALIZÓ GALÁPAGOS

¿A QUÉ VINO A GALÁPAGOS UNA BARONESA CON TRES AMANTES?  ¿CUÁL ES LA VERDADERA HISTORIA DETRÁS DE MUERTES, DESAPARICIONES Y UNA MUJER QUE PARECÍA EN EL LUGAR EQUIVOCADO?

Una mujer, tres hombres, una isla solitaria, tiene todos los ingredientes de un escándalo. Los titulares de cualquier prensa amarillista que se precie serian: ¡Lujuria! ¡sexo! ¡Traición! ¡Muerte!
Podrían seguir otras exclamaciones: ¡Espionaje! ¡Nazis! ¡Bombardeo al Canal! Esos epítetos siempre estarán ligados al nombre de la hermosa Eloisa Wagner de Bouquet. Cursaban los años treinta en el mundo entero y en Ecuador se precipitaban varias historias en torno a la figura de la Baronesa, que darían la vuelta al mundo y que embrollarían a las Islas Galápagos en un misterio nunca resuelto.

La Baronesa y Rudolf Lorenz con un amigo en su tienda de Paris.
 

LOS HECHOS
Hay que salir de Ecuador y viajar al viejo continente. Es 1929 y en Berlín, un dentista vegetariano y seguidor de Nietzsche, Friedrich Ritter, está por cambiar definitivamente el rumbo de su vida. Ha abandonado a su esposa y vive en unión libre con Dora Strauch, una joven de 23 años que conoció en el Instituto de Hidroterapia de la Universidad de Berlín. Ella, más que su amante, es su discípula; han decidido viajar al lejano archipiélago de las Islas Galápagos para emprender una vida asceta y desprovista de las ventajas (debilidades, dependiendo de donde se lo mire) de la vida moderna. Para emprender esta aventura ambos se han retirado la dentadura, previendo complicaciones difícilmente solucionables en una Isla con escasa agua, nada de luz y, peor aún, atención médica. Entre ambos comparten una sola prótesis construida en acero. Desembarcan en la isla Floreana, la más pequeña del archipiélago, en enero de 1830, luego de permanecer tres meses en el puerto principal.


   Dore Strauch y Friedrich Ritter en Floreana, fotografía tomada por el Capitán Hancock en enero de    1934.
          
En agosto de 1832, llegan tres nuevos alemanes a la isla y la población de la misma sube de dos a cinco. La Familia Wittmer está compuesta por Heinz, la embarazada Margret y el adolecente Harry.

Heinz Wittmer, su esposa Margret, su bebé Rolf (nacido en Floreana), su hijo Harry y su perro Lump Fueron los únicos que quedaron en la isla.

En octubre del mismo año, nuevamente se amplía la población de la Floreana. Llegan la baronesa Wagner con sus acompañantes: el ecuatoriano Felipe Valdivieso y los europeos Rudolph Lorenz y Robert Phillipson.

    La Baronesa Wagner y su séquito: a la izquierda Phillipson; detrás Lorenz.


EL MISTERIO        
La baronesa y Phillipson desaparecieron de la faz del planeta, nunca se encontraron sus cuerpos y todas sus pertenencias permanecieron en la casa que construyeron en Floreana; el cadáver de Lorenz se encontró en la Isla Marchena varios meses después, mientras el vegetariano Ritter murió intoxicado por comer carne envenenada a escaza distancia temporal de estos hechos.

   El cadáver de Lorenz en la isla Marchena.

LAS VERSIONES.
Con las piezas del rompecabezas sobre la mesa, se puede tomar la ruta que más convenza. Hay varias; una, la más manida y que circula produciendo el mayor morbo es el de la lujuriosa baronesa asesinada por su peón sexual. Aquí cito un artículo reciente de la afamada y nacional Extra; “Poco a poco la austriaca fue desnudando su carácter sexualmente agresivo y feroz. Vestía de negro ceñido al cuerpo (¡!), protegida por un látigo y dos revólveres a los costados… más escandalosas eran las fiestas y jaranas que celebraba la baronesa al recibir amigos y turistas extranjeros, agasajándolos inclusive con orgías al aire libre y otros actos moralmente cuestionables. Nada detenía a la dominatrix…”

Vaya con la creación del periodista y su cruce entre la Madonna de hace una década y su última incursión la página sado de turno. ¿Vestir de cuero en la sofocante y desértica Floreana? Todos debieron andar desnudo. Qué vaguedad en la descripción ¿cuáles actos moralmente cuestionables? ¿Qué podía hacer la baronesa que no fuera blandir su látigo y acostarse con cuanto hombre y animal encontrará a su paso? Y, puestos a preguntar, ¿para qué tendría que trasladarse nuestra “dominatrix” a la otra punta del mundo para enfrentarse a una vida dura cuando la lujuriosa baronesa, acostumbrada a los excesos, podría experimentarlos en cualquier salón de la decadente Europa? Algo no encaja, algo suena a mito mal contado. Todo bien, porque puestos a elucubrar, el cielo es el límite.  Sin embargo, yo me decanto por otra historia; una que sigue con cierta lógica que involucra causas y efectos y está ligada al creciente clima bélico imperante en el mundo en ese entonces.

El crac financiero acaba de diezmar gran parte la economía mundial; el partido nazi gana fuerza entre los descontentos pobladores alemanes; Japón busca expandirse y tener mayor influencia en el Pacífico; las Islas Galápagos, probadas ya como base submarina en la Primera Guerra Mundial, son un punto estratégico importantísimo para controlar los movimientos de las marinas de Estados Unidos y Japón. Miren en el mapa, además, son el portón que va a dar directamente al Canal de Panamá. Si el canal llegara a desparecer, las consecuencias serían nefastas para Estados Unidos. Volvamos a nuestra trama y armémosla desde este contexto y junto a los ocho habitantes de la isla, involucrados todos en el misterio. La Historia mejor armada, la que menos hilos sueltos deja, es la de Ritter y su amante. Llegan a la isla Floreana atraídos por la lectura del libro Galapagos World’s End de W. Beebe. Para el filósofo y científico nietzscheano, interesado en escribir y pensar lejos de las distracciones de la modernidad, es el paraíso. Ritter llega con una mujer que le servirá de acompañante, secretaria y peón de las áridas tierras donde instalan su vivienda.

El doctor Ritter posee la autoridad moral de los ascetas, varios de sus escritos se reproducen en importantes medios europeos y americanos que se interesan por los avatares que sufren en su revivido Edén. Tanto es el interés de la prensa, que se reproducen sus diarios de viaje. Esta es la entrada del 3 de agosto de 1929; “Una visita donde el cónsul alemán nos informó que todo proyecto de colonización tanto en el interior del país como en las islas Galápagos resultó infructuoso… Nos vamos a ese archipiélago bajo otras presunciones que los demás colonos, no para enriquecernos, pues en eso está el punto de las desilusiones… La civilización corrompe todo debido a la ambición al dinero y a las necesidades diarias”. El antiguo doctor, odontólogo y científico convertido, por obra de su peregrinación a las Galápagos, en gurú del vegetarianismo y el nudismo, es un personaje que no levanta sospecha en la trama; es solo un personaje excéntrico, uno más en las Islas Galápagos. Aunque bien podía resultar otra cosa.

La familia Wittmer es otro asunto, ¿Cómo se le ocurre a una mujer europea viajar embarazada al fin del mundo? ¿Qué traen en la cabeza para instalarse en la isla Floreana, apenas provista de una fuente de agua que se seca en el verano y no, por ejemplo, si han de vivir allí, hacerlo en la Isla San Cristóbal, donde existe hasta un teniente político y varios europeos y norteamericanos que han hecho sus vidas allí? ¿Cómo, esa misma familia deja a su hijo adolescente sin colegio para convertirlo en campesino sin sueldo? ¿Por qué buscan la cercanía del doctor Ritter, que ha dejado muy claro que se ha ido al otro extremo del planeta para alejarse de la sociedad?
La única respuesta sensata es quien sabe, habrá que buscarles un propósito lógico para que cumpla algún rol en la trama. Algo más, Heinz formo parte del Ejército alemán en la Primera Guerra, no es nazi y su esposa tiene ascendencia judía.

La baronesa, descrita a su llegada al país por un periodista de El Telégrafo de esta forma: “La señora baronesa es gentil y exquisita, pues en ella se han fundido todas las culturas de Occidente, dejándole hondas huellas de una suavidad magnifica. Tiene los ojos azules, los cabellos rubios, tanto que parecen blanquear en ocasiones. Habla de sus antepasados. Su abuelo fue el último de los caballeros que poseyó la Orden de María Teresa. Su abuela fue primadonna de la Escala de Milán y canto con Caruso. Lleva el cabello corto. Es sensitiva, dulce en la expresión, pero resuelta en sus propósitos”. La nota continúa alabando a la gran baronesa que se ha dignado pisar tierra ecuatoriana. Pero, ¿qué trae a esta gran dama a una isla desierta? Escuchemos su respuesta: “Vengo a esta gentil tierra ecuatoriana en viaje de estudio…Trataré de estudiar las posibilidades del establecimiento, en una de las islas donde no pueda tener inconvenientes por posesiones anteriores, de un gran hotel o estación residencial para atraer turistas e inmigrantes de las mejores razas… El hotel será dotado de todo confort necesario, a fin de hacer mucho más agradable la permanencia temporal o definitiva de millonarios, turistas, artistas y personas anhelantes…”. ¿Qué trae para cumplir tales propósitos? ¿Ingenieros, materiales, expertos hoteleros? No, nada de eso. Trae tres amantes, dos de los cuales saben poco o nada de construcción y cultivos.

El tercero, el ecuatoriano, antiguo colono de las Galápagos, huye al mes de llegado; de paso por la isla San Cristóbal, se le escucha comentar que se ha ido porque: ¡Esa mujer está completamente loca! Si descartamos la opción de construir un gran hotel encima de fósiles y roca volcánica, ¿qué nos queda? Hay algo que aún no he contado, la baronesa estuvo casada con un capitán del Servicio de Información del Ejército francés. Durante la Gran Guerra, conoció de cerca el mundo del espionaje y, aunque el matrimonio no duró, sus contactos si perduraron. Otro dato aun sin revelar; la baronesa contaba con títulos, buenas maneras y una exquisita educación, pero no tenía dinero. Sus poderes de seducción la habían guiado por los salones más refinados de Paris, pero para principio de la década del treinta, se encontraba en su peor momento. Esto es, sin un duro. ¿Qué es cuando decide lanzarse a la costosísima empresa de construir un hotel de lujo, sin otros inversores, en una isla desierta? No lo creo.

Esquema de un mapa de la Isla Floreana dibujado por Friedrich Ritter.


LA HISTORIA
Es una posibilidad, los ingredientes están ahí (hay fuentes que confirman lo que digo más abajo). Puestos a elucubrar; ya lo he dicho, el límite es el cielo. Ritter sigue de cerca, en su radio de ondas cortas, el crecimiento del nazismo en su Alemania nativa. Desde un transmisor que permanece escondido reporta los movimientos de buques y la llegada de extranjeros a las islas. Es un informante, no crucial, pero importante; con prestigio científico y contactos internacionales. Heinz Witttmer es enviado a la Floreana por un ala del Ejército alemán que no ve con buenos ojos el ascenso de Hitler y que sabe de las actividades de ritter y que conoce muy bien la importancia estratégica de las islas. Debe viajar a las Galápagos con su esposa embarazada y su hijo para levantar menos sospechas. Es un sacrificio familiar por el bien de su país. El matrimonio Wittmer cumple su tarea con estoicismo. La baronesa necesita dinero y se lo ofrecen los japoneses a cambio de viajar a las Galápagos con el frente del hotel; Phillipson un gigoló del cual se ha encariñado, es el contacto con los nipones. Lorenz es un pobre hombre que se ha dejado seducir por la baronesa y que tomará como amante y empleado de servicio. A Valdivieso se lo contrata en Paris para que los oriente al llegar. Añadan estos ingredientes que la isla mide 173 km2. y que los habitantes no tienen manera de escapar el uno del otro. Además, Ritter no soporta la presencia de la baronesa y no desperdicia ocasión (ante la prensa o el jefe territorial) para desprestigiarla: “En ninguna forma esta mujer tiene la conducta que corresponde a una persona normal; se trata, indudablemente, de una desequilibrada espiritual cuya permanencia en un lugar habitado por tan corta sociedad como la nuestra significa una real amenaza”.

No les quito el gusto de terminar la composición. Coloquen las piezas finales como bien les parezca. Lo único que han de tomar en cuenta es que solo permanecerán los Wittmer en la isla Floreana y sus descendientes seguirán habitándola. Los demás desaparecerán (Dora regresará a Europa); queda en ustedes matar a la baronesa o dejarla escapar en el yacht que nunca ancló en la isla y en el cual supuestamente partió a recorrer el Pacífico sur, junto a un amigo millonario.

La Baronesa Wagner y Robert Phillipson en la Isla Floreana 1934. Él era uno de sus amantes. Los dos desaparecieron un día y nadie volvió a saber de ellos, sus cuerpos jamás fueron encontrados.





Texto extraído de la revista: Soho edición 78; La historia que escandalizó Galápagos autor Gabriela Alemán Salvador,  Quito  2009.

La misma autora publica en el año 2010 el libro Álbum de Familia con la Editorial Estruendo (Perú), en Ecuador se comercializó el libro en 2011 con la editorial Panamericana (Colombia); en el capítulo 2 (Veraneo), la autora relata con un estilo fantasioso "conjeturas" sobre Harry un miembro de familia Wittmer. Talvez el estilo narrativo utilizado por la autora se debió para no "incomodar" a descendientes de la familia Wittmer que viven en las islas y, por la demanda económica que recibió la revista Soho por parte del Parque Nacional Galápagos cuando publicó su número 78 sobre Galápagos.

Para quienes están interesados sobre la verdadera desaparición de la Baronesa pueden leer los relatos del piloto norteamericanos Vermon Lange y el bombardero americano de origen alemán Ernie Reiner quiénes formaban parte de las fuerzas norteamericanas establecidas en la isla de Baltra durante la Segunda Guerra Mundial. Otros relatos interesantes son: los del magnate norteamericano Eugene F. McDonald, los del millonario Julius Fleischman, los relatos del millonario capitán del Velero III George Allan Hancock y los del financista Vincent Astor quienes visitaron este archipiélago durante aquella época.   

También existe un informe en la Segunda Zona Naval (isla San Cristóbal) clasificado aún como secreto, realizado en el año de 1974 por la Armada del Ecuador cuando el BAE Cayambe visitó la isla de Floreana; el interrogatorio a Margret Wittmer fue ejecutado por Mariano Sánchez Bravo en ese entonces guardiamarina del buque (una copia de este informe llegó por error a mis manos cuando el historiador Octavio Latorre a quien yo había solicitado información sobre Nicolás Lawson me envió un paquete con documentos diferentes, el paquete fue devuelto a su dueño no sin antes haberlo leído).

Lecturas sugeridas:
Floreana Post Oficce By Margret Wittmer
Galapagos Affair By John Treherne 
Satan came to Eden By Dore Strauch
Adan and Eve in the Galapagos. Satan Walks in the Garden. Eve Call sit a Day. By Ritter Frederick. in The Atlantic Monhtly,  Number 148.

martes, 25 de abril de 2017

LA RUTA DE CHARLES DARWIN EN GALÁPAGOS






GALÁPAGOS EVOLUCIÓN



Inspiration to Charles Darwin (who came here in 1835), the Galápagos Island may make you think differently about the wold. Atrip to this extraordinary region is like visiting an alternate universe, some strange utopian colony organized by sea lions - the golden retrievers of the Galápagos -and arranged on principles of mutual cooperation. What's so of the island's famous inhabitants. Blue-footed boobies, sea lions, pre-historic land iguanas- all act as if humans are nothing more than slightly annoying paparazzi. Nowhere else can you engage in a staring contest whith wild animals and lose!

Visiting the islands is expensive, however, and the only way to truly experience their marvels is by taking a cruise. It's possible to visit four of the islands independently, but you will not see the wildlife or the many smaller islands that you will aboard a cruise. Continue..!

LAS ISLAS GALÁPAGOS



Cuando Charles Darwin visitó las Islas Galápagos en 1835, observo un laboratorio viviente de biodiversidad; al día de hoy, mucha de esa magia que él observó aún está presente en este archipiélago. Aquí se puede disfrutar de diferentes pisos climáticos en menos de una hora, observar diferentes tipos de bosques (opuntias, escalecias y miconias), caminar entre iguanas, nadar con lobos marinos y observar rituales de apareamiento de aves sin que estas criaturas se inmuten ante tu presencia. Realmente Galápagos es la Meca para los biólogos y los amantes de la naturaleza en estado prístino.

ISLAS QUE VISITÓ CHARLES DARWIN 

Isla San Cristóbal
Isla Floreana
Isla Isabela
Isla Santiago

domingo, 15 de enero de 2017

FLORECIMIENTOS DE LOS GUAYACANES


Florecimiento de los Guayacanes en Colimes



El florecimiento de los guayacanes (Tabebuia chrysantha) es un evento natural que se presenta en el bosque seco de la costa ecuatoriana y que se repite cada año con las primeras lluvias del ciclo invernal (diciembre-enero), hay reportes donde se menciona que últimamente este evento se adelanta o se retrasa e incluso se ha repetido dos veces en un mismo año.

Este florecimiento se ha convertido en un atractivo turístico que cada año atrae a más visitantes, las flores de color amarillo intenso que en principio están en las ramas y que con la más leve ventisca se desprende formando en el suelo una elegante e interminable alfombra natural digna de ser admirada por los amantes de la naturaleza; debido a que es imposible predecir la fecha exacta del florecimiento que es de corta duración, te recomiendo estar a la expectativa del aparecimiento de los primeros capullos si quieres apreciar en su total magnitud este espectáculo natural.

Para apreciar este evento natural puedes visitar las provincias de:
El Oro: Arenillas, Santa Rosa, Huaquillas. En la Reserva Ecológica Arenillas vía Panamericana que va de Santa Rosa a Huaquillas.
Loja: Zapotillo, Parroquias Mangahúrco, Bolaspamba, Cazaderos.
Guayas: Colimes, también se pueden apreciar algunos árboles en diferentes puntos de Guayaquil, Ave. Narcisa de Jesús, Vía a la Costa, Vía Perimetral, Vía Daule.

Si te encuentras en Guayaquil te daré algunas indicaciones de que hacer y como llegar hasta una hacienda ubicada en el Cantón Colimes que promueve el turismo comunitario y en donde podrás disfrutar de este magno evento natural que solo se da una vez en el año y que dura algo mas de 5 a 6 días.


¿Cómo Llegar?






Desde Guayaquil



Vía Terrestre: Coges el Bus Santa Rosa de Colimes en la Terminal Terrestre de Guayaquil con un valor de $ 2,75 por persona y llegas en dos horas a Colimes, luego tomas un bus de la Coop. De Transp. Poza Honda (las oficinas están ubicada en la misma calle, ver foto) por $ 0,50 y le pides al oficial que estacione en la Hacienda Las Habras vía Colimes-Olmedo, llegas en aproximadamente 10 minutos o puedes tomar el servicio de tricimoto pagando $1 el trayecto hasta la hacienda. El sendero de guayacanes está ubicado dentro de La Hacienda Las Habras y el valor de la entrada es $2.50 incluye guía nativo. El retorno es de igual modo.

¿Qué Usar?


Te recomiendo llevar ropa ligera adecuada para soportar el calor, zapato resistente al lodo, repelente para mosquito, protector solar, gorra o sombrero y no viene mal acompañarte de un paraguas o  chaqueta para la lluvia inesperada. Si haces ciclismo puedes llevar tu bicicleta y vestimenta adecuada para este deporte y no olvides llevar tu cámara fotográfica.

Actividades


Ciclismo, fotografía de naturaleza,  Camping. Caminata.
Mi recomendación es que disfrutes mucho de este florecimiento.  








Si te sirvió esta información no dudes en comentar y compartir. Hasta Pronto.

jueves, 20 de octubre de 2016

JIPIJAPA


Jipijapa  "La Sultana del Café"



Jipijapa es uno de los Cantones más pintoresco de la provincia de Manabí, su estratégica ubicación geográfica hace que este lugar presente un clima primaveral la mayor parte del año; cuenta con las plantaciones de café mas extensa del país y su producción ayudo en la época de la colonia a financiar las revueltas de independencia de Ecuador; actualmente su producción ha disminuido debido a la presencia de especies introducidas como la roya y la broca, pero es el lugar ideal para poder disfrutar de un sinnúmero de presentaciones de esta bebida, recomiendo probar el café hervido acompañado de empanadas de verde o tortillas de maíz en su mercado central.

Comó llegar 



Vía terrestre desde Guayaquil: En el terminal terrestre puedes tomar los buses que viajan a Portoviejo o Manta con paradas en el Terminal Terrestre de Jipijapa o tomas directamente la Transporte Jipijapa, el tiempo de arribo es de aproximadamente 3 horas, el valor es de 3 dolares por pasajero; si estas hospedado en centro de Guayaquil otra opción es tomar las furgonetas de Manta Express (Av. del Ejercito 804 y 9 de Octubre) por 7 dolares, llegas más rápido y en comodidad (evitas paradas innecesarias y el ruido producido por la música y películas dvd que ponen en los buses interprovinciales).


Dónde Hospedarse  


El hostal A#"!y%DS?=)jhx esta ubicado en pleno centro de la ciudad cerca de la plaza central el valor es de 15 dolares por noche, es sencillo pero cumple con la regulación exigida por el Ministerio de Turismo; siempre recomiendo hospedarse en el centro de la ciudad, así podrás recorrer caminando por las noches el casco central y disfrutar de la vida nocturna de la ciudad; ademas, en el caso de necesitar algo tendrás siempre restaurantes, farmacias, tiendas y cajeros automáticos muy cerca de ti.

Dónde Comer  


El día que viaje a Jipijapa arribe al mediodía, deje el equipaje en el hotel y salí en busca de almuerzo, hay mucha variedad de comidas desde piqueos hasta comida muy elaborada, pero me recomendaron ese primer día visitar la cevicheria de Pepe, donde preparan el Ceviche Jipijapense que contiene maní y aguacate toda una exquisitez para el paladar, recomiendo acompañarlo de los infaltables chifles jipijapense y una cerveza bien helada; por la tarde, puedes recorrer el mercado central donde encuentras empanadas de verde, corviches, tortillas de maíz, torta dulce de maíz, pan de yuca, tortillas de yuca acompañados de jugos o café, prueba el café helado; la hora ideal para comer en este mercado es por las mañana allí encuentras mas variedad de platos, como el hornado de Jipijapa (partes de cerdo acompañado de yuca y verde cocinados juntos en ollas de barros enterradas al fuego, su consistencia es similar a una sopa), bollos de verdes de sal y dulce, bollos de yuca (tamborsitos), natilla de maíz, greñoso, quesos y una variedad de dulces (almidón, coco, etc)  que solo encontraras en este lugar.

Qué visitar  

Mi visita a este destino fue de 2 noches 3 días (llegue viernes mediodía y retorne a Guayaquil domingo por la noche). El primer día te recomiendo recorrer las principales calles de la ciudad donde podrás ver casa coloniales construidas en madera, el parque central con su catedral muy lindos y pintoresco que te transportaran a otro tiempo; ese mismo día por la tarde puedes visitar los Pozos de Piedra de Choconchá lugar para observar aves y bosque húmedo a tan solo 5 kilómetros del centro de la ciudad (pasaje USD. 3) . 





Al siguiente día puedes ir al terminal terrestre de Jipijapa y tomar los buses que van a Puerto Cayo (media hora, precio USD.1.50, taxi 5 dolares) y disfrutar de una de extensa y hermosa playa en esta parroquia de pescadores, si elegiste la opción de tomar un taxi al regreso puedes decirle que haga una parada en las Piscina de Agua Azufrada de Joa (considerados medicinales) y tomar un baño.


El ultimo día puedes ir a la parroquia de El Anegado (a 16 kilómetros, pasaje USD. 1.50) y disfrutar de esta biorregión natural, desde un mirador podrás observar flora y fauna de la cordillera Colon-Colonche; ademas tomar un baño en la Cascada de Bajo Grande de San Antonio.

Presupuesto  

El presupuesto para la visita de este destino con 2 noches y 3 días fue de 90 dolares, incluido transporte ida y vuelta (desde el centro de Guayaquil), hospedaje, todas las comidas, piqueos y visitas.

lunes, 17 de octubre de 2016

GUAYAQUIL



Guayaquil Turístico



Guayaquil es la ciudad y puerto mâs importante de Ecuador; de clima cálido durante casi todo el año (recomiendo usar ropa muy fresca y cómoda), con oferta hotelera y gastronómica muy diversa y unos habitantes muy alegres convierten a esta ciudad del Pacifico Sur en un centro de interés, ya sea como destino vacacional, de negocios o simplemente como punto de encuentro social. 


¿Dónde dormir?
Siempre recomiendo un hotel que se encuentre bien conectado con paradas de autobuses y metro, así podrás movilizarte con mayor facilidad y tener acceso rápido a farmacias, tiendas, restaurantes, bancos, cajeros automáticos, centros comerciales; otras consideraciones, es que el hotel debe prestar los servicios óptimos y ser asequible a nuestro presupuesto. Una buena opción es el Airport Hotel, ubicado frente al aeropuerto y muy cerca de la terminal de autobuses provinciales.

¿Qué Visitar?
La oferta turística en la ciudad es muy variada y dependerá del tiempo de tu estadía para disfrutar de la mayor cantidad de sitios; aquí te presento algunos lugares de fácil acceso ubicados dentro y muy cerca de la urbe que puedes visitar durante tus días por esta ciudad.



Malecón 2000



El Malecón 2000 es un paseo peatonal ubicado en la rivera del Río Guayas de aproximadamente 2.5Km de extensión es un referente urbanístico de la ciudad; aquí podrás encontrar el Palacio De Cristal, declarado Patrimonio Histórico de la ciudad, su diseño original corresponde a la autoria de los ingenieros Francisco Manrique y Carlos Von Ischot, quienes fueran representantes del famoso Guastave Eiffel, constructor de la Torre Eiffel de París, mas adelante esta el Centro Comercial Malecón 2000 con un patio de comida ideal para los amantes de la gastronomía, caminando hacia el norte esta el Museo Antropológico de Arte Contemporáneo y muy cerca se puede observar los 57,5 metros de altura de la Noria de Guayaquil denominada La Perla desde donde podrás disfrutar una vista panorámica de la ciudad y un espectáculo natural que es el encuentro de los afluentes Daule y Babahoyo  vertiendo sus aguas al Rio Guayas.

Las Peñas, El Cerro y Puerto Santa Ana

 Al final del Malecón 2000 por el lado norte, esta el barrio primigenio de la ciudad denominado Las Peñas que es un encantador espacio de calles empedradas con edificaciones patrimoniales y no patrimoniales donde se encuentran galerías, restaurantes, bares, discotecas, negocios de artesanías y lugares de hospedaje; Las Peñas conecta mediante unas escaleras con el Cerro Santa hasta llegar al mirador mas famoso de la ciudad denominado El Faro. Caminando por la calle Numa Pompilio Llona (data de 1896) se llega hasta el Puerto Santa Ana, la transición de la modernidad de esta zona rompe un poco con con lo histórico del barrio Las Peñas y convierte a esta caminata en una experiencia encantadora.

Isla Santay

Frente al Malecón y en medio del Río Guayas se encuentra la Isla Santay, un refugio de biodiversidad constituido por una flora y fauna muy variada como bosque seco, manglares, pastizales que da refugio a una extensa variedad de aves, mamíferos, reptiles y peces. Ideal para realizar turismo ecológico, ciclismo o trecking (se puede hospedar en cabañas por $30); la isla esta conectada con Guayaquil por medio de un puente peatonal que inicia en la calle El Oro, también se puede acceder por vía fluvial tomando una embarcación en el muelle del Yatch Club de Guayaquil previa reservación. 






Parque Histórico

Visitar el Parque Histórico es remembrar el pasado de la ciudad; este lugar narra la historia de Guayaquil y la Costa a través de su riqueza natural. El sitio cuenta con tres diferentes áreas; la zona de vida silvestre, donde se puede ver a los animales originarios de la región , la zona urbano arquitectónica que recrea las calles Malecón y 9 de Octubre con las casas originales reconstruidas y la zona de tradiciones, donde se aprecian las costumbres del agro costeño.
Plaza Lagos
Ubicado en el Km 6.5 via Puntilla-Samborondón se trata de un nuevo concepto urbanístico que incluye viviendas,oficinas, centro de comercios de alto prestigio, restaurantes de la mas alta calidad, todo en un muy agradable espacio publico con lagos artificiales, puentes paseos y mas. La oferta de este concepto recreacional urbanístico consta de tres etapas: El Jardín, un espacio abierto con áreas verdes, aquí se puede disfrutar de propuestas culturales y gastronómica; la otra etapa es El Malecón, en este sector se encuentran tiendas de diseñadores y manufactureros de moda, quienes hacen posible que una vez al año se disfrute del fashion week denominado Designer Book, un nuevo concepto que promueve la moda sostenible y la promoción de nuevos talentos relacionado a esta industria; la ultima etapa es La Isla, que ofrece un ambiente mas familiar, ideal para disfrutar con los niños debido a las variadas actividades para entretenerlos.Plaza Lagos esta atrayendo un turismo de profesionales relacionados con la planificación urbana, debido a que el lugar integra los conceptos del nuevo urbanismo al mejorar las condiciones del hábitat y la calidad de vida de sus habitante, pues adapta patrones espaciales, urbanos y arquitectónicos, y permite la participación  comunitaria en el diseño.
Isla Puna

En el Golfo de Guayaquil se encuentra la Isla Puna, para llegar a la isla debes tomar un bus (Cooperativa de Transporte Posorja) en la Terminal Terrestre de Guayaquil que te llevara hasta Posorja y luego tomar una embarcación que te trasladara por mar en un tiempo aproximado de 50 minutos; a través de este recorrido es posible observar a los delfines acompañar a los pescadores en su faena diaria, una experiencia etnoturística interesante en este santuario natural.

Espero te sirva esta formación y que disfrute de tu estadía por Guayaquil.

Si te pareció útil puedes compartir la información.


viernes, 17 de junio de 2016

EL VIAJERO CIENTÍFICO


EL VIAJERO CIENTÍFICO

Louis Antoine de Bougainville by Stefano Bianchetti en GETTY IMAGES
Louis Antoine de Bougainville by Stefano Bianchetti en GETTY IMAGES


La Historia del Viajero Científico aparece con la necesidad de abastecer especies de animales y plantas a los museos de historia natural y jardines botánicos ubicados principalmente en Europa, para poblar estos recintos, los siglos XVII y XVIII recurrieron a un relativo recién llegado el “viajero científico”. Uno de los grandes viajeros botánicos del siglo XVII fue Georg Eberhard Rumphius (1628-1702). Enviado en 1653 a la pequeña isla de Amboina, en la Molucas, por la Compañía Real Holandesas de las Indias Orientales, que estaba especialmente interesada en las especies locales, Rumphius describió unas 1700 formas vegetales en esa pequeña porción de tierra. El primer europeo que llevó a cabo colecciones botánicas en China (y cuyo herbario llegó felizmente a casa) fue James Cunningham, un médico enviado a la factoría inglesa de Amoy en 1698. Joseph Pitton de Tournefort (1656-1708) no fue en absoluto un clasificador casero, puesto que recorrió España y Portugal y, después, a expensas del rey francés, Grecia, los países del mar Negro y Asia Menor. Su Relation d’un voyage du Levant se publicó en 1717.

Michel Adanson (1727-1806) escogió el caluroso, insalubre, peligroso y casi desconocido Senegal, en África occidental, como base de sus operaciones. Durante el estudio de los descubrimientos que había realizado para la Compañía de las Indias durante un periodo de cuatro años, creó un sistema natural de clasificación y desarrolló en forma primitiva la idea de la mutabilidad de las especies. La enemistad de sus rivales retrasó por desgracia la aceptación de la obra de este explorador, taxónomo, sistemático, filósofo y enciclopedista. Pierre Sonnerat (1745-1814) viajó desde las islas de Bourbon y Madagascar en el océano Índico a la India, Ceilán, las Molucas y China entre 1768 y 1778, y depositó una rica colección en el gabinete del rey francés.

Diversos discípulos de Carl Lineé se unieron al caudal de viajeros: Olof Torén, Pehr Osbeck, Carl Fredrik Adler y Christopher Tärnström recorrieron China o las Indias orientales. Carl Peter Thunberg publicó una flora del Japón y pasó también tres años recolectando en Sudáfrica. Andreas Berlin y Adam Afzelius realizaron investigaciones en África occidental. Fredrik Hasselquist y Pehr Forsskal estudiaron el Próximo oriente. Adreas Sparrman fue a Sudáfrica y más adelante dio la vuelta al mundo tras unirse al segundo viaje del capitán James Cook en 1772-1775. En la primera de las expediciones de Cook (1768-1771) Daniel Karl Solander asistió al famoso sir Joseph Banks. Daniel Rolander fue a Surinam, y Pehr Kalm llevó a Norteamérica a la órbita linneana cuando recorrió, a expensas de las universidades suecas, Pensilvania, Nueva Jersey, Nueva York y parte del Canadá en 1748-1751, buscando plantas adaptables al clima sueco.

Las propias colonias inglesas dieron un número sorprendente de botánicos aficionados: hombres como John Bartram (1699-1777), un granjero que se convirtió, por dinero, en prodigioso recolector de plantas, inició un jardín botánico privado en Filadelfia, era buscado por los viajeros de Europa, y finalmente fue nombrado “Botánico del Rey en América”; Alexander Garden (1730-1791), un médico de Carolina del Sur que mantuvo correspondencia con Linné durante años, atreviéndose incluso a cuestionarle en 1771, y que llegó a ser miembro de la Royal Society de Londres; y Cadwalader Colden (1688-1776), teniente gobernador de Nueva York, que fue el primero en mostrarle las obras de Linné al Dr. Garden, y cuyos propios descubrimientos de plantas se publicaron en Suecia en 1743-1744. Destaca También John Clayton, médico (1685-1773), quien envió plantas a John Frederick Gronovirus, de Leyden, para la Flora Virginica (1743), John Mitchell (m.1768), otro médico de Virginia, envió semillas y plantas a Europa en la década de 1740, y registró treinta nuevos géneros en un trabajo publicado por la Royal Society. Humphry Marshall (1722-1801), quien había estado enviando muchos ejemplares de Pensilvania a Inglaterra desde 1767, publicó el Arbustrum Americanum, ordenado conforme a los principios lenneanos, en 1785: La primera obra botánica estrictamente americana (escrita por un americano de origen e impresa en los Estados Unidos).

La nueva generación de Viajeros científicos penetro por primera vez en Sudamérica en 1638, cuando la Compañía Holandesa de las indias Occidentales envió a Georg Marcgrave (1610-1644) al norte de Brasil (entonces bajo dominio holandés) como “astrónomo” e investigador de la geografía y la historia natural. Willem Piso, médico del jefe de la expedición, el conde de Nassau-Siegen, se hizo cargo de los estudios botánicos en todo lo relacionado con la medicina. La muerte de Marcgrave en 1644, cuando estaba a punto de regresar a casa, originó gran confusión, porque había escrito la mayor parte de sus manuscritos en clave; al parecer sospechaba que Piso se los apropiaría como suyos. La labor de descifrar las notas fue realizada por desgracia por un hombre que sabía poco de historia natural. La Historia naturalis Brasiliae apareció en 1648 bajo la firma de Piso, aunque es poco probable que tuviera mucho que ver con la publicación. Un estudioso reciente de la obra de Marcgrave (Eugene W. Gudger) declara que si el científico hubiera vivido hasta ver sus obras terminadas “nuestro conocimiento de las cosas naturales de Brasil habrían sido más completo en el año 1650 de lo que lo era en el año 1800”.

Uno de los más eminentes visitantes-naturalistas del Nuevo Mundo fue Hans Sloane (1660-1753). Fue a Jamaica en 1687, con la función habitual de médico (del duque de Albemarle), pero tenía también una excepcional formación botánica. Sólo permaneció allí quince meses, pero recolectó unas ochocientas nuevas especies de plantas, que publicó conforme al sistema de Ray en 1696. La obra posterior de Sloane sobre las Antillas (1707-1725) es un clásico de la botánica por su exactitud de definición, una ventaja que la hace aún hoy útil para los estudiosos de la nomenclatura y clasificación de las plantas de las Indias occidentales.

Jamaica continúo siendo observada al establecerse allí como médico en 1746 Patrick Browne (1720-1790). Durante nueve años recolectó más de un millar de especies. Todas bien definidas en su Civil and Natural History of Jamaica (Londres 1756). Entretanto, Griffith Hughes, rector de la parroquia de St. Lucy, en Barbados, trabajaba en su historia natural de dicha isla, que publicó en 1750. Sus descripciones se consideran lo bastante precisas para la identificación de muchas especies, pero su trabajo es el de un hombre que “no seguía las reglas de ningún sistema de botánica”. Otro médico escoses William Houston, pasó cuatro años (1729-1733) en Cuba, Veracruz, Campeche y especialmente Jamaica, desde donde enviaba ejemplares y semillas a Philip Miller, quien las describió en su Gardeners Dictionary. Mark Catesby (1679-1749) recolectó en las Bahamas, así como en carolina del Sur, Georgia y Florida, desde 1722 hasta 1726, y sus suntuosas ilustraciones causaron sensación entre diletantes y científicos por igual.

Si el gobierno inglés no proporcionaba ningún apoyo financiero al estudio de las plantas –ni siquiera el “Botánico del Rey”, John Bartram, recibía estimulo oficial alguno-, el francés en cambio empezó a promover esta ciencia en 1689. En dicho año, Luis XIV envió a Joseph Donat Surian (m. 1691) y a Charles Plumier (1646-1704) a Martinica y Haití específicamente para estudiar las plantas. Surian preparaba el herbario y estudiaba las propiedades medicinales, mientras Plumier, valiéndose de su talento tanto para el dibujo como para la botánica, hacia las ilustraciones y descripciones. A su vuelta a Francia, tras dieciocho meses, Surian fue repentinamente despedido y murió poco después, y Plumier se convirtió en botaniste du roi. Hizo su segundo viaje a las Antillas en 1696-1697, y en 1704 se dirigía al Perú, para estudiar la corteza del árbol del que procede la quinina, cuando murió inesperadamente en Cádiz.

Una “expedición” oficial francesa llegó finalmente al Peru y Chile en 1709, en la persona del Padre Louis Feuillée, matemático del rey. Su principal misión era determinar longitudes y cartografiar las costas de Sudamérica, pero también pensó que sería “útil” adquirir más conocimientos acerca de la variada flora y fauna de los países que recorría. Los círculos oficiales españoles en América desconfiaban al principio del extranjero, pero con el tiempo se llegó a ofrecer una cátedra de matemáticas en Lima, que había quedado desierta a la muerte de Juan Ramón Koening.

La botánica era sólo un tema suplementario para Feuillée: mientras trabajaba en un mapa de Lima a solicitud del virrey, robaba una hora al día para dibujar “alguna planta o animal que me traía todas las tardes un indio al que pagaba a ese fin, no teniendo tiempo de ir yo mismo en busca de ellos” La naturaleza de la misión de Feuillée le impedía viajar mucho tierra adentro. Así, su “Historia de las plantas medicinales mas empleadas en los reinos de Sudamérica, Perú y Chile” tiene una extensión limitada (contiene cincuenta láminas), pero constituye el primer estudio detallado de la vegetación a lo largo de la costa del Pacifico.

Pisándole los talones a Feuillée se encontraba otro matemático (e ingeniero), Amédée François Frézier, quien llevó a cabo de 1712 a 1714 en la misma área parecidas funciones cartográficas (y, a sus propios ojos, con gran habilidad). Mezcladas con sus mordaces comentarios acerca de la indolencia, disipación y extravagancia de los habitantes locales hay diversas descripciones de plantas, pero sólo cuatro láminas.

La amplitud de la promoción de la ciencia financiada por el Estado francés alcanza su mejor exponente en la expedición de medición de la Tierra de 1735. Los teóricos habían llegado ya a la conclusión de que la Tierra no era una esfera perfecta, pero ¿estaba achatada por los polos o ligeramente alargada? Para hallar la respuesta, la Académie des Sciences envió un grupo a Laponia y otro a la región llamada hoy Ecuador. Al ser los primeros científicos extranjeros que penetraban en el interior de la América española, los franceses de la expedición ecuatorial no pudieron dejar de avivar la curiosidad intelectual de los españoles. El rey de España, autorizó la expedición exigiendo a los académicos franceses encabezados por Charles Marie de la Condamine, Pierre Bouguer y Louis Godin que aceptaran como iguales la compañía de dos jóvenes oficiales de la marina española, Jorge Juan (1713-1773) y Antonio de Ulloa (1716-1795).

En los años siguientes, tan sólo ha de hacerse breve mención de unas pocas expediciones más financiadas por los estados. Nikolaus Joseph von Jacquin (1727-1817), un holandés establecido en Viena, fue enviado por el emperador Francisco I a las Antillas para recoger plantas y animales para los recientemente creados jardines de Schönbrunn y para el museo de historia natural. En los cuatro años desde 1755 a 1759, tocó numerosas islas e incluso los territorios españoles de Cuba y Venezuela; en conjunto recogió 435 especies, en parte nuevas. Jean Baptiste Christophe Aublet (1720-1778), apenas de vuelta de nueve años en la Ile de France (Mauricio) en el océano Indico, adonde había sido enviado por el gobierno para estudiar la flora y establecer un jardín botánico, partió para la Guayana Francesa en 1762. Allí, utilizando el sistema linneano de clasificación, sentó las bases de la botánica en los bosques tropicales de América, y durante dos años describió cuatrocientas nuevas especies.

España, comenzando un nuevo despertar a las posibilidades y la necesidad de la exploración botánica, entró en este campo en 1754. Se estaba organizando una expedición para determinar los límites entre los territorios españoles y portugueses en la Sudamérica septentrional. El gobierno español decidió incluir una sección botánica que estudiaría primero las plantas de la región del Orinoco (la actual Venezuela) y continuaría después a Bogotá, Quito. Lima, Buenos Aires y Patagonia; un proyecto que tenía escasas perspectivas de completarse en una escala tan gigantesca. Al frente de la botánica se encontraba Pehr Löfling, un discípulo de Linné que había estado trabajando en España. Pero Löfling murió en 1756, sus ayudantes eran demasiado inexpertos para continuar, y los resultados científicos fueron desalentadores.

Finalmente, en los viajes de circunnavegación de Louis Antoine de Bougainville y del capitán James Cook, como nunca antes, la ciencia se convirtió en un fin de por sí, y no en juego por afición de aventureros profesionales.

Bougainville pretendía primero asegurarse la soberanía francesa de las islas Malvinas, frente a las costas argentinas, y llevar acabo después extensas exploraciones en el Pacifico. Llevó consigo en el viaje, que se inició en 1766, al naturalista Philibert Commerson (1727-1773). Durante un viaje de tres años hicieron escala en Rio de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires, el estrecho de Magallanes y numerosas islas del Pacifico. Commerson abandonó el buque en Mauricio, donde pasó el resto de su vida. Aunque no publicó nada, su herbario fue enviado a Paris, donde estudiosos posteriores constataron su valor. Como primer botánico formado que visitó el territorio argentino. Commerson mereció alguna atención en este punto, pero Bougainville perdurará mucho más tiempo en la memoria por las lianas de brillantes flores rojas o violetas que llevan su nombre, y embellecen tantas paredes en los trópicos.

El más famoso viajero de la segunda mitad del siglo XVII fue el capitán Cook. Hizo su primer viaje de circunnavegación en 1768-1771 como parte del proyecto internacional de observar el tránsito de Venus en 1969. Los estudiosos de historia natural tuvieron un lugar prominente, aunque no a causa de la generosidad del gobierno inglés. Más bien se hicieron realidad porque Joseph Banks, cuya fortuna podía soportarlo, pagó sus propios gastos y los del discípulo de Linné, Daniel Solander, y seis agregados más, para realizar los estudios. Por desgracia, sus publicaciones de descubrimientos en Tahití, Nueva Zelanda y Botany Bay estuvieron por debajo de lo esperado, pero Banks regresó para convertirse probablemente en el botánico mas conocido del mundo, como director de los Kew Gardens y de la Royal Society de Londres.

Cuando Cook proyectó un segundo viaje para 1772-1775, Banks se vio desplazado. Al parecer, la marina no deseaba su intromisión. Pero la causa de la historia natural fue defendida, curiosamente, por el propio Parlamento, que ofreció fondos para enviar al equipo de alemanes, padre e hijo, Johann R. y Johann G. Foster. Eran una pareja discutidora, e incluso grosera, pero sus subsiguientes publicaciones fueron importantes, entre ellas incidentalmente, unos estudios sobre las plantas del estrecho de Magallanes. El hijo parece haber tenido influencia en el comienzo de la memorable carrera de Alexander von Humboldt; pero esa es otra historia que escribiré más adelante. 

Textos extraídos de los libros:

Flowers for the King; The expedition of Ruiz and Pavon and the Flora of Peru; autor Robert R. Steele, Nort Carolina 1964.

The Explorations of Captain James Cook in the Pacific as told by Selections of his own journals 1768-1779; autor A.Grenfell Price ed, New York 1971.